LOS POETAS MAYORES DEL SIGLO XV
(SANTILLANA, MENA, MANRIQUE)
Santillana.
Íñigo López de Mendoza
(1398-1458) nació en Carrión de los Condes; perteneció a una de las familias
más activas e influyentes en los asuntos políticos de la época; como era
costumbre, pasó toda su vida en pleitos y banderías no muy definidas en lo
político, ya que con frecuencia cambió de bandos, aunque siempre en contra del
Condestable don Álvaro de Luna y siempre a favor de sus intereses personales y
familiares. Intervino a favor del monarca, Juan II, en la batalla de Olmedo,
por lo que obtuvo los títulos de marqués de Santillana y conde del Real de
Manzanares.
Obra.
En su obra pueden diferenciarse varios grupos temáticos: poesía alegórica, poesía doctrinal, sonetos italianizantes, lírica menor, obra en prosa.
Poesía alegórica: Influida por Dante (Divina Comedia) y Petrarca (Trionfi). La obra mas ambiciosa y larga en este estilo es la Comedia de Panza, un largo poema escrito en estrofas de arte mayor, donde Santillana eleva a la categoría poética la derrota sufrida por el Rey Alfonso V en la batalla naval de Ponza, el 25 de agosto de 1435, a mano de los genoveses.
Poesía doctrinal: Las dos obras más destacadas de este grupo son el Diálogo
de Bías contra Fortuna (en
él, el filósofo estoico Bías dialoga con la Fortuna, y ejemplifica cómo el
individuo puede vencer, con paciencia y abnegación, los embates de un destino
adverso), y el Doctrinal de privados. En éste último, escrito tras la ejecución
de su enemigo don Álvaro de Luna, el autor asume la personalidad del muerto,
confesando sus culpas, y desengañando a los hombres sobre la vanidad de las
cosas humanas.
Sonetos italianizantes: Durante su estancia en la corte del rey Alfonso V de Aragón,
Santillana entra en contacto con las nuevas tendencias poéticas surgidas en
Italia. La alegoría visionaria, las alusiones y citas de personajes, históricos
o míticos, de la Antigüedad Clásica constituyen el recurso narrativo más
socorrido, mientras el endecasílabo y el soneto ('Sonetos fechos al itálico
modo') marcan las nuevas pautas versificatorias. El soneto es una estrofa
constituida por catorce versos endecasílabos, ordenados en dos cuartetos y dos
tercetos, a rima de los cuartetos suele ser: ABBA ABBA, y a rima en los
tercetos puede variar: CDC CDC, CDE CDE o CDC DCD. El verso endecasílabo
italiano debe tener el acento principal en la décima sílaba (no hay rimas
agudas), y otros dos de apoyo en la cuarta y sexta sílabas. Debido a las
dificultades de adaptación de la lengua castellana del siglo XV al ritmo del
endecasílabo italiano, estos sonetos son de calidad inferior a los que se
compondrán a partir del siglo XVI.
Obra en prosa: Aunque más conocido por su poesía, el Marqués de Santillana es autor también de un pequeño número de obras en prosa. La más importante, la Carta-proemio, escrita al Condestable de Portugal al enviarle una colección de sus poesías, contiene interesantes noticias sobre la literatura de su tiempo y una breve historia de la literatura.
Lírica menor: Las composiciones más populares son las serranillas , que tienen como tema central
el encuentro de un caballero con una pastora en medio de la montaña; este
encuentro es seguido por una recuesta de amores, que puede terminar en el
rechazo por parte la pastora alegando desigualdad social, en la aceptación, o
en una suspensión admirativa. Las serranillas comienzan con un refrán que marca
la rima en las glosas, y muchas veces el léxico y el contenido del poema:
rechazo, aceptación, suspensión admirativa. Los villancicos,
otra de las composiciones populares, son una estrofa compuesta por una
cancioncilla de dos, tres o cuatro versos, de número variable de sílabas y con
rima asonante. Esta canción puede continuarse con una glosa, una o más estrofas
de estructura o forma variable. Al final de cada una de estas estrofas puede
repetirse, total o parcialmente, la canción inicial.
Aquí un ejemplo de una serranilla:
Juan de Mena.
Juan
de Mena (1411-1456) nació en Córdoba. María Rosa Lida le supone hijo de converso,
aunque nieto de cristiano viejo, con razones que no llegan a ser
convincentes para Carballo, Florence Stree ni para Eugenio Asensio. Estudió Mena en Salamanca e Italia. No
fue hombre de acción ni de recursos; tampoco parece haber tenido una brillante
situación en la sociedad política de su tiempo. El carácter de Mena es el de un
intelectual, y su situación corresponde al empleo de secretario de cartas
latinas de Juan II. Las frecuentes luchas e intrigas del rey o su privado
contra los Robles o de éstos entre sí, normalmente por intereses patrimoniales
-como es el caso de Santillana-, particularizan inevitablemente la visión que
ellos pueden tener de la historia que están creando. Mena, sin embargo, es un
observador que no participa en las contiendas y cuyos intereses personales no
están en juego; por todo ello, la comprensión que Mena tiene de la realidad de
su tiempo puede ser más amplia y general; puede superar los partidismos y
oposiciones, concretos para acceder a una síntesis centrada alrededor de la
idea de España, es decir, de un conjunto en el que quepan y se amolden las
diferencias. En él es constante la búsqueda de un criterio u orden superior que
armonice las discordancias. En política parece partidario de un poder fuerte
como el representado por el condestable, frente a las tendencias disgregadoras
de la nobleza. Y en su poética, como veremos, prevalece el mismo concepto.
Su obra principal es el Laberinto de Fortuna, también llamado Las trescientas, en referencia al
número aproximado de sus estrofas; una de las muestras más logradas de la
tendencia alegórico-dantesca surgida en la literatura española del siglo XV, la
obra destaca por el empleo del arte mayor, su ritmo sonoro y el lenguaje
elocuente y elaborado.
En verso escribió además Lo claro-oscuro, extraña combinación
de estrofas dodecasílabas y octosílabas, y otras composiciones de carácter
alegórico y moral, como el Razonamiento
con la muerte o las Coplas contra los siete pecados
capitales.
Como prosista experimentó con una
adaptación de la Ilíada, que
tituló Homero romanceado, comentó
la Coronación en honor de su
amigo el marqués de Santillana y
prologó el Libro de las claras y
virtuosas mujeres, de Álvaro de Luna, su protector.
Jorge Manrique.
Jorge Manrique nace en Paredes de
Nava en 1440, aunque ninguno de los dos datos sean muy seguros, y muere en 1479
asaltando el castillo de Garci-Muñoz, defendido por los parciales de don
Enrique de Villena. Partidario, como toda su familia, del infante rey don
Alfonso, contra Enrique IV, a la temprana muerte de aquél, a quien ya habían
jurado por rey, toma el partido de Isabel, frente a la Beltraneja, ésta
sostenida principalmente por el marqués de Villena. Fue caballero santiaguista,
comendador de Montizón y capitán de la Hermandad del reino de Toledo. Tenía don
Jorge, al parecer, un carácter retraído y reflexivo, quizá agobiado bajo la
enérgica personalidad de su padre, el maestre de Santiago. Son muy escasas las
noticias documentales que de él nos quedan; tras la muerte de su padre, tampoco
parece haber sonado su voz en los movidos capítulos de la Orden de Santiago. Se
dice que su matrimonio no fue muy afortunado.
La poesía de Jorge Manrique se
sitúa dentro de la corriente cancioneril del siglo XV. Su producción poética
menor, reunida en un Cancionero,
está formada por medio centenar de composiciones breves, en su mayor parte de
tema amoroso, que siguieron los cánones trovadorescos y cortesanos de finales
de la Edad Media. Más originales son sus piezas burlescas, como las
"Coplas a una beoda" o la titulada "Convite que hizo a su
madrastra".
Las coplas de la muerte de su padre:
Pero la celebridad de Jorge Manrique se debe
fundamentalmente a las Coplas a
la muerte de su padre, su obra maestra, compuesta a raíz del fallecimiento de
don Rodrigo (1476) y publicada en 1494 en Sevilla con el título Coplas de Jorge Manrique a la muerte
de su padre, el Maestre don Rodrigo. Esta elegía pertenece a la tradición
medieval de la ascética cristiana: contra la mundanidad de la vida, postula una
aceptación serena de la muerte, que es tránsito a la vida eterna. Sin embargo,
apunta ya una idea original que preludia la concepción renacentista del siglo
siguiente: aparte de la vida terrenal y la vida eterna, Manrique alude a la
vida de la fama, a la perduración en este mundo en virtud de una vida ejemplar
que permanece en la memoria de los vivos.
Aquí la presentación de las coplas a la muerte de su padre de Jorge Manrique, por Mancio Prada:
Bibliografía:
Visedo, I. (02 de abril de 2017). Biblioteca virtual
Miguel de Cervantes. Obtenido de
http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/los-poetas-mayores-del-xv-santillana-mena-manrique/html/b0373b52-c0eb-11e1-b1fb-00163ebf5e63_10.html
Actividad de Inicio:
El grupo se dividirá en equipos de 5 integrantes para localizar las obras más sobresalientes de los autores mayores del siglo XV (Santillana, Mena y Manrique). Una vez localizadas las obras elegirán la que mas les haya llamado su atención.
Desarrollo:
Una vez elegida la obra de uno de los autores, realizaran una dramatización, la cual consistirá en que los integrantes participen en la declamación de los versos de acuerdo a la obra que hayan elegido.
Cierre:
Grabarán sus evidencias y las subirán al blog para ser comentadas por sus compañeros.
-Ejemplo de una obra teatral sobre las Serranillas del Marqués de Santillana:
Nota: Todos los asuntos relacionados con su presentación serán resueltos por medio del Blog.
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